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Objetivos del e-learning

Si bien son muchos los objetivos que se pueden perseguir con programas de e- learning, algunos de los más relevantes son:

- Responder a una gran demanda educativa, ante la imposibilidad de una atención presencial por carencia de recursos físicos, académicos y económicos.

- Abrir posibilidades educativas a personas, que por sus ocupaciones laborales o por estar alejadas de centros urbanos, no pueden acceder a la educación formal.

- Facilitar la educación permanente, a personas que busquen actualización según las exigencias de un contexto cambiante.

- Dar oportunidad a las personas para que puedan proyectar su desarrollo, sin desarraigarse de su medio geográfico, social, laboral y familiar.

- Generar igualdad de oportunidades para el ingreso a la educación.

- Producir un nuevo espacio de formación para todas aquellas personas interesadas en temas de actualidad.

- Propiciar un ámbito de formación continua, que refleje las necesidades del ámbito laboral.

- Colaborar con los procesos de formación, a fin de favorecer la inserción de las personas en el ámbito laboral.

- Aumentar la calidad y cantidad de personal actualizado y calificado.

- Certificar oficialmente el nivel alcanzado por las personas al finalizar el curso.

Componentes de un sistema de e-learning

De manera general, un sistema de e-learning se compone de:

- La institución educativa, que podrá ser un organismo del estado o privado.

- El estudiante, que se supone debe tener autonomía en cuanto a la planificación, organización, ejecución y evaluación de su trabajo educativo.

- El tutor, que es un educador-orientador, con destacadas habilidades para el manejo de diferentes formas de comunicación a distancia.

El sistema tutorial es el protagonista de los procesos de mediación del conocimiento. El rol del tutor se debe centrar en provocar situaciones de aprendizaje, acompañando, apoyando, orientando y monitoreando el proceso que realiza cada destinatario.

- El programa, que debe partir de las necesidades de los destinatarios, y estar organizado según una estructura modular, reconociendo los saberes previos de los estudiantes, abarcando tanto aspectos de la teoría como de la práctica.

- Los materiales, que deben estar organizados en unidades didácticas a través de los contenidos a impartir, las guías mediadoras y pruebas de autoevaluación.

Con respecto a los materiales, deben tenerse en cuenta algunos aspectos, tales como quiénes son los destinatarios, cuáles son sus características, necesidades y demandas, etc. A su vez, es importante analizar la potencialidad de los soportes para la transmisión de los distintos contenidos, y los costos según distintas alternativas. Además, como los materiales deben propiciar un proceso de aprendizaje autónomo, tendrán que motivar para que se continúe con su lectura, graduar y secuencias los contenidos, permitir la contextualización e integración de los mismos, realimentar los aprendizajes y permitir la autoevaluación.

- La tecnología, que es la que permite la comunicación docente-alumno. Las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones (e-mail, web, chat, etc.) adecuadamente integradas, permiten crear entornos muy ricos en cuanto a la forma de interacción. Sin embargo, no deben dejarse de lado formas de comunicación más tradicionales como el correo postal, el teléfono o el fax.

Ing. Gabriel Duperut